Este artículo cubrirá los problemas más comunes que pueden ocurrir con lavavajillas, así como soluciones prácticas para resolverlos. El propósito es proveer a los lectores con información útil para diagnosticar y reparar los problemas típicos con estos electrodomésticos, para ahorrar tiempo, dinero y frustración. Cubriremos desde problemas sencillos de funcionamiento hasta averías más complejas, con un enfoque en soluciones que el usuario puede implementar por su cuenta antes de tener que llamar a un técnico. Nuestras recomendaciones están destinadas a modelos domésticos de lavavajillas de las principales marcas. Esperamos que esta guía le resulte de utilidad la próxima vez que su lavavajillas presente algún inconveniente.
Si tu lavavajillas no está lavando bien los platos, hay algunas causas comunes que pueden estar contribuyendo al problema:
Exceso de suciedad - Si los platos tienen residuos de comida pegados o grasa quemada, puede ser difícil para el lavavajillas remover por completo la suciedad. Considera remojar o pre-lavar los utensilios más sucios antes de colocarlos en el lavavajillas.
Objetos bloqueando los brazos rociadores - Si colocas utensilios muy grandes o en posiciones que obstruyen los brazos rociadores, eso impedirá que el agua llegue a todas las superficies. Asegúrate de colocar los platos estratégicamente para permitir que los brazos giren sin obstáculos.
Uso de detergente incorrecto - El tipo de detergente que uses puede afectar la capacidad de limpieza. Usa únicamente detergentes diseñados específicamente para lavavajillas y la cantidad recomendada por el fabricante. Los detergentes para lavado a mano pueden producir demasiada espuma.
Filtro sucio - Con el tiempo se puede acumular residuos de comida y grasa en el filtro. Limpia el filtro periódicamente para permitir un flujo adecuado de agua.
Revisa estas posibles causas si tu lavavajillas no está lavando bien. Una pequeña ajuste puede hacer una gran diferencia en el rendimiento de limpieza.
Si tu lavavajillas no seca bien los platos, hay algunas posibles razones para esto:
Falta de abrillantador: El abrillantador ayuda a que el agua se escurra de los platos. Sin suficiente abrillantador, el agua se queda pegada a la vajilla. Revisa el nivel del abrillantador y agrega más si está bajo.
Objetos bloqueando: Si hay utensilios grandes como una cazuela que bloquean la rotación del brazo rociador, esto puede impedir que el agua alcance todos los platos. Asegúrate de que los platos estén bien colocados y no obstruyan los brazos rociadores.
Ciclo corto: Los ciclos cortos de lavado pueden no dar tiempo suficiente para el secado. Intenta usar un ciclo más largo o uno diseñado específicamente para secado mejorado.
Filtro tapado: Un filtro del lavavajillas tapado con residuos puede reducir el flujo de agua y resultar en un mal secado. Limpia el filtro según las instrucciones del fabricante.
Espacio insuficiente: Si sobrecargas el lavavajillas, el agua no circulará lo suficiente para secar la vajilla. No pongas demasiados platos juntos.
Baño previo: Si pre-enjuagas los platos en el fregadero, eliminas el detergente del lavavajillas que ayuda al secado. Evita el baño previo.
Acumulación de sarro: Con el tiempo, se puede acumular sarro en el interior del lavavajillas, lo cual afecta el rendimiento del secado. Usa limpiadores específicos para lavavajillas para eliminar las acumulaciones de sarro.
El lavavajillas puede hacer ruidos fuertes o molestos por varias razones:
Objetos sueltos - Asegúrate de que todos los platos, ollas y cubiertos estén bien colocados y no se muevan durante el ciclo de lavado. Los objetos sueltos pueden golpear contra los brazos rociadores y hacer ruido. Usa la rejilla superior para evitar que los objetos pequeños caigan a la parte inferior.
Brazos rociadores atascados - Si la vajilla no está bien colocada, puede obstruir y atascar los brazos rociadores. Esto provoca fricción y ruidos fuertes. Comprueba que los brazos giren libremente antes de iniciar un ciclo.
Bomba débil - Con el tiempo, la bomba puede perder fuerza y hacer más ruido del normal durante el drenaje. Puede ser señal que necesita reemplazo. Un técnico puede examinarla y recomendar si necesita cambio.
Montaje incorrecto - Si el lavavajillas no está nivelado o el montaje es incorrecto, puede causar vibraciones y ruidos. Comprueba que esté nivelado y firme, y que no haya fugas en las conexiones que puedan hacer que entre aire.
Si el ruido persiste incluso después de revisar lo anterior, es probable que requiera servicio técnico. Un técnico puede diagnosticar el problema específico y hacer reparaciones para que el lavavajillas vuelva a funcionar tranquilamente.
Una de las fallas más comunes en los lavavajillas es la fuga de agua. Esto puede deberse a varias razones:
Empaques de la puerta dañados. Los empaques de goma que sellan la puerta pueden desgastarse con el tiempo y comenzar a gotear. Reemplazarlos resolverá el problema.
Mangueras con fugas. Las mangueras que llevan el agua hacia el lavavajillas también pueden tener fugas debido al desgaste. Revisarlas y cambiar las dañadas solucionará la fuga.
Uso excesivo de detergente. Si se usa demasiado detergente, este puede acumularse y obstruir partes del lavavajillas, causando goteos. Usar solo la cantidad recomendada por el fabricante evitará este problema.
Bloqueo en el desagüe. Restos de comida u otros objetos atorados en la bomba de desagüe pueden ocasionar que el agua no drene correctamente y gotee fuera del aparato. Limpiar el desagüe periódicamente ayudará a prevenir fugas.
Acumulación de sarro. Con el tiempo se puede acumular sarro que obstruya tuberías internas y cause fugas. Usar un limpiador antisarro y hacer mantenimientos preventivos reducirá este riesgo.
En resumen, inspeccionar y cambiar empaques dañados, mangueras en mal estado, limpiar el desagüe y usar la cantidad correcta de detergente ayudará a evitar fugas de agua en el lavavajillas. Si el problema persiste, llamar a un técnico cualificado es recomendable.
Si tu lavavajillas no está drenando el agua al final del ciclo, hay algunas causas posibles que vale la pena revisar:
Filtro tapado: Con el tiempo, residuos de comida y grasa pueden tapar el filtro impidiendo que el agua drene correctamente. Revisa el filtro y límpialo si es necesario.
Desagüe obstruido: Si el desagüe donde se conecta el lavavajillas está tapado con residuos, esto evitará que el agua fluya. Revisa el desagüe y asegúrate que no tenga obstrucciones.
Bomba de drenaje dañada: La bomba de drenaje se encarga de expulsar el agua del lavavajillas luego del ciclo de lavado. Si está dañada o atascada, el agua no podrá salir. Puede ser necesario reemplazar la bomba.
Tuberías dobladas: Las mangueras de drenaje que conectan el lavavajillas pueden haberse doblado o dañado, impidiendo el flujo de agua. Revisa que las mangueras no tengan dobleces pronunciados.
Si has revisado todas estas posibles causas y el problema persiste, es probable que necesites asistencia de un técnico para evaluar el sistema de drenaje y bomba. Ellos podrán diagnosticar y reparar el problema para que tu lavavajillas vuelva a drenar normalmente.
Los olores desagradables son una queja común de los propietarios de lavavajillas. Hay varias razones potenciales de por qué tu lavavajillas podría estar generando mal olor:
Restos de comida atorados - Si quedan restos de comida atascados en el filtro o en otras áreas del lavavajillas, pueden pudrirse y causar olores desagradables. Es importante limpiar el filtro regularmente y asegurarse de que no queden restos de comida antes de ejecutar un ciclo.
Uso de detergentes de baja calidad - Muchos detergentes baratos para lavavajillas tienen químicos agresivos y fragancias artificiales que pueden dejar residuos con olor desagradable. Usa un detergente de calidad diseñado específicamente para lavavajillas.
Limpieza insuficiente - Con el tiempo, se acumulan grasas, limo y moho en las paredes internas, los brazos rociadores y otras áreas. Limpiar el lavavajillas a fondo con regularidad ayuda a eliminar bacterias causantes de olores.
Partes dañadas o sucias - La junta de la puerta, el desagüe, la bomba y otros componentes pueden atrapar restos de comida y agua estancada. Revisa estas partes en busca de daños o acumulación de suciedad que genere olores desagradables.
Siguiendo buenas prácticas de limpieza y mantenimiento, se pueden prevenir y eliminar la mayoría de los olores desagradables en los lavavajillas.
Si tu lavavajillas no enciende, puede deberse a varios problemas eléctricos. Algunas de las causas más comunes son:
Fusible quemado: El fusible que protege el circuito del lavavajillas puede haberse quemado, especialmente si el aparato sufrió una sobrecarga eléctrica. Revisa el panel de fusibles de tu casa y cambia el fusible del lavavajillas si está fundido.
Problema en el panel de control: El panel de control tiene los botones e indicadores que controlan el funcionamiento. Si no responde al presionar los botones, puede ser un problema en el panel. Revisa que no haya cables sueltos detrás del panel.
Falta de suministro eléctrico: Si ningún componente del lavavajillas funciona, el problema puede ser un corte del suministro eléctrico. Revisa el interruptor principal y el disyuntor. Asegúrate que la corriente llegue al enchufe del aparato.
Motor quemado: El motor que acciona el lavado y el drenaje puede haber sufrido una avería. Tendrás que llamar a un técnico para que revise y cambie el motor si es necesario.
Tarjeta electrónica dañada: La tarjeta electrónica controla todos los sistemas del lavavajillas. Si está dañada, será necesario reemplazarla. Un técnico podrá diagnosticar y reparar el problema.
Si después de revisar estos posibles problemas el lavavajillas aún no enciende, lo mejor es contactar a un técnico calificado para que revise el aparato. Problemas eléctricos delicados deben ser reparados por personal capacitado.
Para mantener tu lavavajillas funcionando correctamente y prolongar su vida útil, es importante realizar un mantenimiento regular. Aquí algunos consejos:
Los filtros atrapan partículas de comida y residuos que podrían obstruir las boquillas rociadoras. Es recomendable checarlos y lavarlos cada pocas semanas. Sigue las instrucciones en el manual de usuario de tu modelo para saber cómo retirar y limpiar correctamente los filtros.
Con el tiempo, se pueden acumular depósitos de cal en tuberías y partes internas. Usa limpiadores descalcificadores especiales para lavavajillas cada cierto tiempo para disolver estos depósitos y mejorar el funcionamiento.
Los residuos atorados en los brazos rociadores impiden que el agua salga con fuerza para limpiar los platos. Revisa que los agujeros no estén obstruidos y límpialos con un cepillo de dientes si es necesario.
Los empaques de la puerta que sellan el interior pueden acumular moho y suciedad. Límpialos suavemente cada cierto tiempo con un paño húmedo para remover la suciedad y mantener un buen sellado.
Cuando el lavavajillas no esté en uso, deja la puerta entreabierta para permitir que se seque el interior y evitar la acumulación de olores desagradables.
Limpia el exterior del lavavajillas con un paño húmedo para remover suciedad y manchas. Evita usar limpiadores abrasivos que puedan rayar el acabado.
Seguir estos sencillos consejos de mantenimiento te ayudará a prolongar la vida útil de tu lavavajillas y evitar fallas comunes.
Aunque muchos problemas del lavavajillas se pueden solucionar con remedios caseros, hay ciertas situaciones que requieren la ayuda de un técnico profesional:
Fugas eléctricas: Si ves chispas o humo saliendo del lavavajillas, o si se funde un fusible o disyuntor cuando lo enciendes, es probable que haya una fuga eléctrica. Esto puede ser muy peligroso, así que no intentes repararlo tú mismo. Llama a un técnico de inmediato.
Problemas con el motor: Si el lavavajillas no funciona en absoluto, incluso después de revisar el suministro eléctrico, es posible que el motor esté averiado. Puede ser difícil y costoso reemplazar el motor, así que es mejor dejar que un profesional se encargue.
Problemas con tuberías internas: Las fugas de agua o problemas de drenaje pueden deberse a tuberías internas dañadas o conexiones sueltas. Como el acceso a estas tuberías suele estar bloqueado, se necesitan herramientas y conocimientos especializados para repararlas.
Otros problemas complejos: Cualquier falla que no puedas diagnosticar o que no se solucione con los consejos básicos probablemente requiera la experiencia de un técnico. Si has intentado todos los remedios posibles sin éxito, no dudes en contactar a un profesional.
En general, siempre es mejor llamar a un técnico certificado cuando tengas dudas sobre cómo solucionar un problema con tu lavavajillas. Ahorrarás tiempo y evitarás daños mayores. Los técnicos tienen las herramientas y conocimientos necesarios para diagnosticar y reparar problemas complejos de manera segura.